martes, 31 de julio de 2018

26

Siempre tuvo algo especial saber qué día cumplía años alguien.

Este año saqué mí fecha de cumpleaños de Facebook, no tenía ganas de celebrar nada. Mi vida en este momento es básicamente una caca olímpica y honestamente creo que no tengo nada que festejar.
Ayer pensé en ponerlo porque me daba "pena" aquellos que no se acuerdan o no saben el día pero después dije nah, voy a tener que fingir buena onda con un gracias y no quiero, ese fue como mí "auto regalo". Egoísta? Puede ser. Me importa? Después de lo que pasó hoy la verdad que no.
Las personas que se acordaron por si mismas las cuento con los dedos de las manos y estoy casi segura que dos de ellas se acordaron porque otro amigo de ellas cumple el mismo día...
Por un lado mejor porque me evite muchas conversaciones fiaca. Pero por el otro un poco me dolió y me hizo dar cuenta de cómo nos acostumbramos a no recordar cosas.
Cuando empezaron los celulares, sí, soy de esa época, y ya nadie se aprendía los números de teléfono porque los tenías todos agendados en el celular, escuchaba a mí papá quejarse de que "ya nadie usa la cabeza y la memoria" en su momento, obvio que me parecía una gilada lo que estaba diciendo porque "da, siglo XXI, tecnología, hello". Hoy aprendí (y comprobé), que no es lo único que dejamos de memorizar.
Saberse o no un número de teléfono vaya y pasé, con que sepas algunos importantes para tener a donde llamar en caso de emergencia estamos, pero saberse las fechas de cumpleaños siempre tuvo algo distinto para mí.
Tengo mucha memoria y tal vez eso me ayudaba, pero siempre fui la que sabía quién cumplía cuando, me sabía el cumpleaños de cada uno de mis compañeritos de primaria, por supuesto que con los años me los fui olvidado y me quedaron solo aquellos de mis amigos. Hace varios años que no soy fan de mí cumpleaños, no puedo identificar bien porqué, pienso varios motivos pero no sé cuándo me dejaron de gustar. ) Entonces entiendo completamente que puede haber gente que tampoco le gusta, como a mí, pero para mí, es un día para vos, es un día que podes ser egoísta, que es lindo que te lleguen mensajes, no por el saludo en si mismo y todas las giladas de "be friends forever, love you", sino porque alguien se acordó de vos y se tomó dos minutos para hacertelo saber.
No puedo decir que estoy decepcionada pero es como un golpe al ego que amigos hermanos de toda la vida no me hayan saludado, por ejemplo, pero también fue lindo que dos amigas nuevas, de menos de un año, si lo hayan hecho. Por supuesto que los sigo amando igual y que no me va a cambiar la forma de pensar en ellos pero tengo esa pequeña esperanza de que mañana digan "changos ayer fue el cumpleaños de mí amiga y no la saludé", pero también va a estar todo bien si no lo hacen.
Fue definitivamente uno de los cumpleaños más raros que tuve, comí con mí familia comida y cumpleaños y me quedé en la cama mirando tele lo más tranqui, como yo quería, quejarme no puedo.

Feliz cumpleaños número 26 a mí.

La historia de porque estoy peleada con el mundo, la vida y mí misma, la dejo para otro día.